Mitos y realidades: relaciones sexuales durante el embarazo

En los meses de embarazo que vive una mujer, experimenta cambios psicológicos, físicos y por supuesto, sexuales. Este último factor supone una incógnita para muchos padres por aquellas falsas creencias o mitos que señalan a las relaciones sexuales durante el embarazo como una posible manera de perjudicar el desarrollo del feto.

Tal es el motivo por la que, en esta oportunidad, comentaremos sobre esos mitos populares que se escuchan con relación al tema, además de resaltar los beneficios que brindan las relaciones sexuales durante el periodo gestante.

¿Qué mitos se conocen sobre las relaciones sexuales durante el embarazo?

A pesar de que hay una lista extensa sobre los mitos que más se escuchan sobre el asunto, tres de ellos son los predominantes y los que deben aclararse, pues, por ejemplo, tener desconocimiento de uno de ellos podría ser razón de severas consecuencias, como por ejemplo, alguna infección sexual.

A consecuencia de los cambios hormonales, la mujer pierde la libido

Los ginecólogos y demás expertos sobre el tema explican que esto no necesariamente es verdad. La razón se debe a que cada cuerpo es distinto y con ello van las influencias psicológicas y las hormonales, ya que cada quien tiene distintas prioridades y necesidades.

En otras palabras, algunas mujeres en embarazo tienen un mismo nivel de libido antes de su estado gestante, así como hay otras en la que dichos niveles aumentan y/o disminuyen. Por lo tanto, el desnivel es más propenso a factores psicológicos que por las mismas hormonas, tal y como le puede suceder a cualquier otra mujer.

Miedo a perjudicar al feto durante las relaciones sexuales

Quizá este es el mayor miedo para los padres en relación a mantener relaciones sexuales en el embarazo, pues no se desea causar ningún daño al feto en su formación. El mito señala que esas actividades podrían romper las membranas o directamente, causar un aborto.

Sin embargo, la verdad a esta creencia, es que el bebé está protegido por las paredes del útero, además del líquido amniótico. En suma, el útero se encuentra sellado por una membrana mucosa que ofrece la protección al feto, así que no hay riesgo de perjudicarlo.

No hay infecciones de transmisión sexual porque el embarazo nos protege

Este, es posiblemente uno de los mitos más fuertes, pues aparte de estar indicando algo que no es cierto, podría conllevar a consecuencias serias para el bebé y la madre. Si bien está confirmado que una mujer embarazada que mantenga relaciones sexuales no puede quedar nuevamente en estado gestante, los médicos afirman que dicho embarazo no protege de ninguna forma a las enfermedades, ni infecciones de transmisión sexual.

Así que si no hay una pareja sexual establecida o del que no esté comprobado que no tiene ninguna ETS o ITS, es mejor que se utilicen las protecciones necesarias, como los condones, para el momento del encuentro sexual. Siempre será indispensable la protección, pues cualquier contagio puede causar daños al bebé y a la madre.

Los beneficios reales de las relaciones sexuales en el embarazo

Es necesario que ante las dudas más profundas sobre el tema, estas sean consultadas directamente al médico de confianza, ya que él podrá hacer las recomendaciones partiendo del caso en particular que se presente con el embarazo. Muchos de estos profesionales suelen recomendar las relaciones sexuales porque brinda notorios beneficios a la mujer, tales como:

  • Otorga beneficios emocionales. El vínculo de la pareja se ve reforzado tras esta experiencia, otorgándole un mayor apoyo emocional a la madre durante cada etapa del embarazo.
  • Se liberan encefalinas, oxitocinas y endorfinas. Así que, con esta liberación de las mencionadas hormonas, es probable que el bienestar y mejora en el estado de ánimo sea evidente.
  • Los niveles de estrés se reducen. La actividad conlleva, en muchas ocasiones, la mejora en el sueño de la mamá, por lo que el descanso y relajación ayudan a la reducción de preocupaciones.
  • Se cuida y protege la autoestima de la mamá. Ya que podrá notar que a pesar de los cambios de su cuerpo, por el estado de embarazo, no supone distanciamiento en el deseo que sienta su pareja.
  • Alivia dolores como consecuencia de la segregación de hormonas.
  • La lubricación vaginal aumenta. Esto es causado por un aumento de la vascularización sanguínea que permite una mayor calidad en el orgasmo, además de la mejora en los encuentros sexuales.
  • Masaje para el bebé. Debido a las contracciones orgásmicas del útero, el bebé sentirá un suave masaje por las mismas.

¿Cuándo debe evitarse tener relaciones sexuales?

Las relaciones sexuales deben descartarse durante el embarazo solo si el médico lo indica por motivos delicados o irregulares del mismo. Algunas razones para suspender la actividad sexual son:

  • Durante el periodo gestante se diagnostica que hay problema de placenta, puede que haya insuficiencia placentaria o bien, placenta previa.
  • Existe sangrado irregular o inicios del sangrado.
  • Que haya alguna infección genital en la pareja.
  • Rotura de la bolsa amniótica.
  • Contracciones presentes antes de la fecha de parto.

Posparto: cuándo tener relaciones sexuales

Los profesionales del área indican que, para determinar cuándo pueden iniciarse las relaciones sexuales en el posparto, debe conocerse qué tan grave o complicado resultó el parto. Muchas personas expresan la duda tras el primer control médico después de tener el parto, a lo que se le indica abstinencia por un mes, de manera general.

A pesar de ello, se toma en consideración ciertos factores como:

Toma de anticonceptivos

La madre en su periodo de amamantar puede que la misma actividad le sirva como un anticonceptivo, pero no la protegerá al 100% de otro embarazo. Entonces, si se quiere evitar un nuevo período gestante, deberán utilizar las debidas protecciones como los preservativos vigentes o el uso de otros anticonceptivos.

Cuidado del cuerpo

Debe tenerse paciencia con el cuerpo ante la estresante experiencia que puede resultar un parto, bien sea que afecte más emocional que físicamente, siempre debe darse el tiempo necesario para que el cuerpo se sienta listo para nuevas relaciones.

En especial a la zona vaginal, a la que debe brindarse el tiempo adecuado para que unas futuras experiencias sexuales puedan ser placenteras. A muchas mujeres se les aconseja los ejercicios, como los de Kegel, para fortalecer el piso pélvico.

Los lubricantes como mejor aliado

Recordemos que el cuerpo inicia, una vez más, procesos de cambios durante el posparto, sobre todo hormonales, también como consecuencia de la lactancia.

Por lo tanto, es posible que la vagina sea más seca del promedio, así que el empleo de lubricantes para mantener relaciones sexuales será indispensable para que el encuentro no suponga de una mala experiencia por la causa de dolor e incomodidad.

No presionar a la nueva mamá

Es necesario comprender la nueva etapa que supone dar a luz para una madre, en especial por el agotamiento mental y físico que resulta el asunto. Nada más con ese motivo debe olvidarse cualquier presión para que ella retome rápidamente su vida sexual, así que no hay por qué sentirse agobiada o culpable si se decide tomar un descanso y vivir este periodo de tiempo de una manera distinta.

Finalmente, no puede dejarse a un lado los consejos particulares que pueda brindarle su médico de confianza, pues ante reacciones del cuerpo e inquietudes por aclarar, es importante que su atención médica la oriente. ¿Te atreverás a dejar a un lado esos mitos y disfrutar de una buena experiencia durante el embarazo?

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