Mucho escuchamos hablar sobre las fobias a las alturas, insectos o ciertas cuestiones en especial que pueden entorpecer el día a día por el sentimiento desmedido del miedo que nos producen.
Nos quedamos cortos mencionando solo esos tres posibles causantes a nuestro medio, pero sí que son los más populares, aunque eso no limita la cantidad de fobias que alguna persona siente, ya que ese sentimiento puede generar a una situación en específico, un objeto, animal, lugar o incluso, personajes.
La verdad es que muchas personas suelen ver el asunto de las fobias con poca importancia porque puede tratarse de un tema sobre acontecimientos comunes.
Aunque, nosotros en esta oportunidad explicaremos cómo evitar que el estímulo del miedo interfiera de forma negativa en nuestras actividades cotidianas, a modo de que el miedo o la fobia por algo, no nos limite en ninguna condición.
¿Qué es una fobia?
Según informes oficiales del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) las fobias son una derivación del trastorno de ansiedad. Cualquier fobia a sentir, sin importar de qué sea lo que la produzca, se caracteriza por sentimientos irracionales de miedo hasta el punto de dejar incapacitante al individuo.
Las fobias sí interfieren en las actividades de quien la experimente, ya que lo más común ante este sentimiento es que la persona busque a como dé lugar, evitar cualquier situación que pueda ponerla en riesgo de dicho miedo. Por ejemplo, aquellas personas que deban realizar viajes aéreos por motivos personales o laborales, buscarán realizar dichos desplazamientos por vía terrestre si es que la fobia se la generan las alturas, los vuelos o incluso, ambas.
En algunos casos diferenciar entre miedos y fobias quizá no es tan simple, pero podemos advertir que la característica principal de las segundas es que esta incapacita a la persona ante aquello que le produce el sentimiento irracional ante una situación que no supone ese “peligro” desmedido como para no ser capaz de controlarlo o responder a la intensidad del sentimiento.
¿Cuáles son los tipos de fobias?
Hay dos principales grupos de fobias que se determinan según la intensidad del sentimiento.
Fobias complejas
Como podríamos imaginar solo por su nombre de clasificación, entendemos que se trata de las fobias que mayor impacto negativo causan en la persona. Esto es a consecuencia de que se produce un único estímulo por miedo, llevando a repercusiones en el bienestar y por supuesto, calidad de vida. Dentro de esta categoría podemos exponer, como ejemplo de una fobia compleja, la fobia social.
Se trata de un sentimiento de miedo generado por la percepción que otras personas tengan sobre nosotros, o al hecho de enfrentarnos a evaluaciones por parte de extraños. Las personas que experimentan este tipo de fobias suelen enfrentar fuertes consecuencias debido a que tratan, por todo lo alto, de evitar cualquier circunstancia que los involucre a mantener encuentros interactivos con otros individuos.
Muchas veces este mismo miedo produce que los estados ansiosos incrementen, incluso pueden conducir a sentimientos de tristeza al no saber cómo controlarlo y por ende, que les afecte en su bienestar.
Fobias específicas
Como lo indica su nombre, es el miedo conjunto a la ansiedad que experimenta un individuo ante una situación en concreto, objeto, ser vivo, etc. A diferencia de las anteriores, estas fobias específicas no suelen incapacitar a la persona y su origen puede determinarse en épocas de adolescencia o bien, en la infancia como tal.
Una característica de estos miedos es que, al desarrollarse en etapas muy tempranas de la vida, es posible que a medida que pasen los años, el miedo vaya disminuyendo. El ejemplo de este tipo de fobias tiene que ver con los miedos a ciertas cosas como las fobias a las cucarachas, a la oscuridad o ascensores.
¿Cómo puedo sobrellevar las fobias?
Debemos tomar en cuenta que cuando respondemos ante una fobia nos vemos acompañados de pensamientos con impactos negativos y algunos incluso lejos de la realidad, por lo que nuestra mente no nos funciona de cómplice para ayudarnos, sino que más bien nos hace más vulnerables ante la reacción del miedo.
¿Qué tan probable puede suceder…?
El miedo puede hacernos sentir que una situación con muy pocas probabilidades de suceder, lo haga. Por ello recomendamos que, ante eso que temes que se produzca, aunque sea un poco desmedido de la realidad, investigues cuántas probabilidades existan sobre el acontecimiento, a modo de que puedas ser un poco más consciente sobre la realidad a la que enfrentas. Esta investigación puede lograr que superes poco a poco los miedos extremos conjuntos a las ansiedades.
Pruebas en contra y a favor de las circunstancias
La presencia de alguna fobia puede hacernos imaginar las consecuencias a las que nos exponemos si hacemos frente al estímulo o bien, a la situación. Dichas consecuencias se expresan como respuestas irracionales con pocas probabilidades de que realmente sucedan, así que lo que se puede hacer es buscar evidencias en contra y a favor de aquello que te produce el miedo.
Un ejemplo fácil a tomar sobre este consejo es el miedo a quedar dentro de un ascensor, que no abra y no puedas salir o respirar. Puedes buscar la ayuda de otra persona para que juntos esparzan algún perfume o colonia dentro del ascensor mientras este permanece cerrado, a modo de que puedas identificar que la fragancia pasará por medio de las puertas cerradas hasta el otro lado. Lo que en otras palabras se traduce como que, aunque quedes encerrado en el ascensor, el aire podrá pasar por las puertas, así que no podrás asfixiarte ni morir por permanecer allí.
No te minimices
El mismo miedo nos hace dudar de la capacidad que disponemos para enfrentar una situación que nos aterrorice. Algunos pensamos cosas como que no podremos ser capaces de afrontarlo o que será algo muy malo, entre otras cosas.
La mejor opción para esta particularidad es contar contigo mismo y no minimizar la capacidad que tienes para hacer frente, más bien, puedes pensar e investigar en cómo incrementar esa fortaleza, qué puedes hacer o qué vas a necesitar para lograrlo.
¿Acudir a terapia sirve?
Las psicoterapias resultan herramientas de gran ayuda para motivarnos a hacerle frente a esos miedos irracionales que nos quitan el bienestar. Recordemos que todo depende mucho de los tipos de fobias que experimentamos. Sin embargo, sea cual sea, puede comentarse ante un profesional de la salud que nos oriente en lo que podemos hacer para sobrellevarlo e incluso, superarlo.
Algunas terapias se recomiendan a partir del tipo de fobia que enfrentas y la intensidad con la que las experimentas. Entre las que más se destacan por su mayor recomendación por parte de los especialistas, están las terapias de exposición, cognitivo-conductual y la cognitiva.
¿Qué síntomas pueden sentirse a consecuencia de las fobias?
Los pensamientos negativos no son los únicos en hacerse notar cuando experimentamos las fobias, los síntomas físicos también pueden aparecer y son los siguientes:
- Entumecimiento
- Sensación de temblor y hormigueos
- Opresión del pecho
- Sensación de asfixia
- Aturdimiento
- Mareos
- En casos más fuertes se presentan náuseas, vómitos e incluso, diarrea
Recomendamos no poner en duda si debes acudir o no a terapia para tratar el problema de las fobias, ya que lo más recomendable es el tratamiento de las mismas para que no causen una repercusión más severa en el bienestar y en la misma calidad de vida, incluso para lograr controlar los posibles síntomas que enfrentes por los miedos. ¿Pudiste identificar qué tipo de fobia es la que experimentas?