El dolor muscular es común luego de una buena serie de ejercicios, bien sea que lo hagas en casa, en un gimnasio o centro de pilates. Sobre todo, cuando ejecutamos una rutina algo intensa de ejercicios o bien, retomamos la misma después de un largo tiempo sin habernos ejercitado.
La tensión muscular puede que te genere dolor que solo dure un día, como puede que dure un poco más. Lo que debemos destacar de esto es que, algunas veces cuando el dolor se mantiene intenso y por muchos días, es posible que entonces tengas un daño un poco más severo que simplemente la inflamación de los músculos por una rutina de ejercicios. Por ello recomendamos que acudas a la supervisión de un médico para descartar cualquier lesión más grave.
Retomando nuestro punto inicial sobre los métodos que puedes aplicar tras una inflamación muscular por ejercicios, toma en cuenta que eso que te vamos a señalar puedes emplearlo como una manera de reducir el dolor para que puedas continuar con los ejercicios diarios sin que resulte una amenaza para los músculos.
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Baños calientes para reducir el dolor
El método de tomar duchas o baños de agua caliente es el más frecuente o conocido para aliviar los dolores musculares luego de una gran exigencia física. La razón se debe a que el agua caliente es capaz de llevar más sangre a la zona donde se encuentra el dolor, aliviándolo poco a poco. Además de que la temperatura caliente del agua, actúa como un agente que reduce la rigidez y tensión del músculo afectado.
Muchas personas conocen sobre la capacidad de alivio que produce el agua caliente ante los músculos inflamados por ejercicios. Por ello es frecuente los hábitos de muchos atletas que, tras una rutina de exigencia física o incluso pruebas deportivas, se someten a duchas con agua caliente. Otros también optan por primeramente usar el vapor antes del baño.
¿Es recomendable tomar duchas alternando las temperaturas?
A pesar de que los baños de agua caliente se reconocen por su gran contribución a bajar la tensión y rigidez de los músculos, también hay especialistas que recomiendan métodos similares como alternar entre temperaturas frías y calientes.
Asimismo, otras personas no precisamente tratar el dolor con duchas. Si no que, aplican en las zonas afectadas, paños o compresas frías y calientes. Este método también es frecuentemente utilizado es las sesiones de fisioterapia para el mismo propósito. Se trata de aplicar aproximadamente 20 o 30 segundos las compresas frías y acto seguido, poner las calientes por el mismo tiempo. Esta técnica ayuda a que mejore el flujo sanguíneo y así, disminuye la tensión del músculo, reduciendo de manera significativa el dolor del mismo.
Masajes sobre la zona con dolor
Tanto este método como el que mencionamos en el punto anterior, se consideran frecuentes técnicas aplicadas en personas que constantemente hacen ejercicios o deportes de alta intensidad.
De igual manera, cualquiera que realice actividad física y sufra de cierto dolor muscular post entrenamiento, puede fácilmente emplearlos como una manera de bajar la inflamación de los mismos. Los masajes aplicados sobre la zona de dolor pueden resultar beneficiosos para aliviar esos dolores molestos que pueden limitarnos en movimiento.
Para los masajes se emplean con frecuencia la Técnica de Liberación Activa (ATR), pues estimula justamente de la manera deseada aquellos músculos que se encuentran tensionados. Lo positivo de estos tipos de masajes es que no necesitas ser un profesional, pues resulta suficiente dar el masaje o estímulo sobre la zona adolorida.
Los rodillos de espuma para el dolor
Conviene mucho para el caso de que seas una persona que con frecuencia hace ejercicios y tengas a tu alcance un rodillo de espuma. Te interesará saber que también puedes usarlo para bajar el dolor generado por un entrenamiento físico. Muchos fisioterapeutas aconsejan este método, aunque en un principio cause dolor sobre la zona que ya está afectada. Solo debes tomar el rodillo de espuma y rueda la parte de tu cuerpo adolorida sobre él por un tiempo.
Como lo mencionamos, es probable que cause en un inicio dolor sobre la misma parte que ya lo sientes, pero debes seguir rodando para que poco a poco alivie la tensión del músculo y con ello, el dolor. Este tipo de método también ayuda a prevenir otras lesiones. Además de que baja las probabilidades de que al día siguiente aún sientas dolor muscular.
No olvides el estiramiento luego del entrenamiento
Otros especialistas recomiendan una serie de estiramientos musculares justo al terminar la rutina de ejercicios. Al estirarse los músculos, estos mismos y los tendones se relajan. Al encontrarse relajados es menos probable que sufras de una lesión. Sumado al hecho de que, cuando se realiza un buen estiramiento de los músculos al terminar la actividad física, es muy probable que los dolores musculares no resulten tan limitantes como pueden llegar a serlo.
Otros métodos a tomar en cuenta
Hay otros métodos que puedes aplicar para que tu cuerpo sea menos propenso a sufrir de fuertes dolores musculares a consecuencia de entrenamientos físicos. Comenzando con el factor alimenticio, en el que debemos destacar el consumo del plátano. O, mejor dicho, del potasio.
Los profesionales indican que, cuando una dieta es rica en potasio, entonces se ayuda a la deshidratación post entrenamiento del organismo. La deshidratación puede considerarse el factor que genera tirones musculares. Así que, mientras mantengas una buena hidratación acompañada del correcto consumo de potasio, tu cuerpo será menos riesgoso a sufrir de tensión muscular.
Por último, no podemos olvidar el impacto positivo del descanso y unas buenas horas de sueño para nuestro cuerpo. Mientras dormimos, nuestro organismo segrega la hormona encargada del crecimiento. Este proceso liberador es determinante para la síntesis de las proteínas, además de la recuperación de los músculos afectados. Sin olvidar que ayuda a la recuperación del sistema inmunológico y reducción inflamatoria de nuestro cuerpo.
Por tanto, respetar las horas de sueño, la alimentación sana y la correcta hidratación, contribuirá de manera positiva el impacto de los ejercicios en nuestro organismo. Pues, se trata de hábitos saludables para nuestro cuerpo que debemos aprender a mantener.
De esta manera nuestros huesos también se mantendrán fuertes y evitaremos a toda costa una posible lesión. ¿Cuál método de los que mencionamos aplicarías para aliviar el dolor muscular luego de ejercitarte?