Cuando se trata de cáncer no hay algo en concreto que podamos hacer para prevenir su existencia por completo. Pero sí existen distintas medidas que pueden ponerse en práctica para reducir los riesgos a padecer dicha enfermedad.
Es por esa razón que comentaremos en esta entrada la clave para reducir los riesgos del mismo en el organismo. Desde hace muchos años las campañas sobre el cáncer de colon tomaron más relevancia y eso se debe a que la enfermedad escaló posiciones de mortalidad, estando entre las primeras razones de fallecimiento en varios países, como en España, por ejemplo.
La concientización de llevar y mantener un estilo de vida saludable que pueda ayudarnos a reducir riesgos de enfermedades graves en nuestro organismo, debe comenzar desde la temprana edad, pues un buen cuidado de nuestra salud podría alejarnos de cualquier tumor u otra patología severa.
Algunos expertos en temas de la salud, aseguran que el padecimiento por cáncer de colon va relacionado en más de un 50% al estilo de vida. Evidentemente, no se puede apartar el hecho que uno de los principales factores de riesgo en la aparición del tumor, se debe a la edad de la persona. Aquellos que tienen más de 50 años, son quienes podrían ser más propensos a la enfermedad.
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¿Cuáles son las medidas que reducen el riesgo de cáncer?
Siempre es importante acudir a consultas médicas con el propósito de mantener la salud estable a nivel general. Los médicos son quienes pueden ayudarnos en caso de presentar ciertas molestias y síntomas que nos hagan sentir que hay algo que no está del todo bien en nuestro organismo.
Además, estos profesionales pueden indicarnos los mejores métodos que ayuden a reducir el riesgo de cualquier cáncer y en este caso, en específico, el de colon.
El cáncer de colon, tal y como mencionamos más arriba, es de los más frecuentes a nivel mundial. Estando entre los primeros junto al cáncer de pulmón y el cáncer de mama. Sin embargo, esta patología es la que mayor beneficio toma en cuanto a estrategias que reduzcan el riesgo de su aparición, llamándose prevención primaria y secundaria.
Prevención primaria para el cáncer de colon
Llevan esta denominación de prevención primaria debido a que se refiere a los métodos que evitan una aparición o desarrollo del cáncer de recto y colon. Básicamente, esta medida exige a la persona que: mantenga un control de su peso con la dieta alimenticia enriquecida en verduras y frutas, la reducción de consumo en grasas saturadas y carnes rojas. Así como también, una constante rutina de ejercicio que ayude al distanciamiento y poco consumo de bebidas alcohólicas y de igual manera, el descarte en consumo de tabaco.
Para mantener una dieta balanceada, es conveniente la recomendación de un profesional en el área que determine qué puede beneficiar mejor a su paciente a nivel alimenticio. Recordemos que, cada cuerpo presenta exigencias distintas a la de los demás.
Prevención secundaria para el cáncer de colon
Para este factor también se le otorgan otras denominaciones como detección precoz, cribado o screening. En este punto, se trata de métodos que conlleven a la detección temprana del cáncer, pues el tratamiento puede resultar exitoso, además de que el individuo no presente ciertos síntomas a diferencia de una persona con la presencia de la enfermedad avanzada.
Hay dos pruebas conocidas por el requerimiento de las mismas para la detección del cáncer de colon, estas permiten de manera indirecta o directa diagnosticar las lesiones presentes:
Prueba de sangre oculta en heces
Este método es recomendado mayormente a los pacientes desde que alcanzan los 45 años de vida. La finalidad de dicha prueba es revelar la presencia de lesiones colorrectales por medio de un test no invasivo. Por consiguiente, la prueba detecta o determina la pérdida de sangre en una muestra de heces que no puede ser observado a simple vista.
Una de las ventajas que tiene este método, es que su procedimiento, al no ser invasivo, no supone de gran complejidad. Pues, se realiza con un kit únicamente para la prueba, la cual recoge una muestra de heces que luego debe llevarse a un centro hospitalario para el respectivo análisis. En caso de que los resultados del test confirmen la presencia de sangre, el médico deberá referir a su paciente a una prueba de colonoscopia con la finalidad de descartar o confirmar lesiones.
Colonoscopia
Este es el método más sensible y específico para determinar un diagnóstico por cáncer de colon. Esta prueba es invasiva, ya que su propósito es ver el interior del intestino grueso. En una significante cantidad de centros hospitalarios, su procedimiento se ejecuta bajo la sedación del paciente, pues sí es una prueba que cause molestias. Durante la consulta con el médico, es posible que debas tener una determinada dieta que conlleve a la limpieza del colon antes del procedimiento invasivo.
Síntomas del tumor colorrectal
Este tipo de cáncer en particular no demuestra signos o síntomas evidentes en un inicio de su desarrollo. Sin embargo, hay más de un par de factores de alerta que tiene la enfermedad que son los que deben hacernos acudir a consulta para una evaluación de la salud y de resultar necesario, una prueba de detección.
Esas señales de alerta generalmente son:
- Presencia de sangre en las heces, en el ano o en ambos.
- Cambios constantes en la consistencia de las heces, además de moco excesivo.
- Pérdida de peso sin tener aparente razón.
- Alteraciones intestinales que pueden definirse como dificultad para defecar o diarrea que duran un largo tiempo.
- Presencia permanente de molestias en la zona del abdomen, así como dolor, calambres o gases constantes.
- Sensación incompleta de vaciamiento en la defecación.
- Cansancio.
- Debilidad.
Presencia de pólipos
Los pólipos son una acumulación pequeña de células que se originan en el revestimiento del colon. Algunos de los profesionales de la salud señalan que un 90% de los casos de cáncer de recto y colon se deben a esta agrupación de células. Dichos pólipos son tumores benignos que evolucionan a malignos, de allí el desarrollo del cáncer.
Sumado a esas referencias, los médicos aconsejan la extirpación de dichos tumores cuando son detectados en fase benigna, pus estaría previniendo una consecuencia mucho más grave. El proceso de extirpación puede ejecutarse por medio de la colonoscopia.
¿Cada cuánto debo hacer las pruebas?
Para la prueba de colonoscopia, esta debe hacerse cada diez (10) años, siempre y cuando no existan lesiones y que toda la observación del intestino determine que se encuentra en condiciones óptimas.
En el caso de la prueba de sangre oculta en heces, debe realizarse cada dos (2) años si no se halla presencia de sangre en la muestra.
¿Qué debo hacer si tengo antecedente de cáncer de colon en mi familia?
Si los antecedentes familiares cuentan con presencia de cáncer de colon, entonces debes hacer un detallado historial clínico para determinar el número de casos que tuvo o tiene la familia con respecto al cáncer del colon. Es importante dar a conocer las edades de los integrantes familiares cuando hicieron el descubrimiento de la presencia de la enfermedad.
Esto puede determinar la frecuencia con la que debas realizar las pruebas de detección, ya que el médico estudiará y recomendará cada cuánto tiempo tengas que mantener el seguimiento de las pruebas, todo dependiendo de los resultados en los antecedentes familiares.