Medicina Paliativa. El enfermo terminal

Volvemos a repasar los conceptos de enfermedad aguda y crónica, para entender mejor el concepto de medicina paliativa:

1. Enfermedades agudas y crónicas:



Enfermedad crónica: del griego Χρονος (Chronos): «dios del tiempo» patología de larga duración, cuyo fin o curación no puede preverse claramente o, lo más frecuente, es que se trate de una enfermedad no curable. La gravedad puede ser variable (rinitis crónica vs. neoplasia de colon). Toda enfermedad que tenga una duración mayor a tres meses puede considerarse como crónica. En epidemiología se estudian las enfermedades crónicas de alta prevalencia y no curables. Generan altos costes sanitarios (cardiopatía isquémica, neumopatía crónica, neoplasias, etc.).

Enfermedad aguda: Inicio definido en el tiempo, generalmente rápido, evoluciona en días o semanas a la curación o la muerte. Puede dejar secuelas irreversibles que constituyen una enfermedad crónica (p.e. glomerulonefritis aguda que lesiona el riñón de manera irreversible y deja una insuficiencia renal crónica).

2. Medicina paliativa.

La Medicina Paliativa es el estudio y manejo de pacientes con enfermedad avanzada, progresiva e incurable, con pronóstico de vida limitado y cuyo objetivo es conseguir la mejor calidad de vida posible.

2.1. Principios y bases de la Medicina Paliativa.

Atención a los aspectos físicos, emocionales, sociales y espirituales de las personas en situación de enfermedad terminal.

Objetivos principales:

1. bienestar

2. dignidad                            de los enfermos y su familia .

3. autonomía

Medios:

1. Control de síntomas: Dolor

2. Apoyo emocional: paciente y familias.

3. Comunicación.

3.  Definición de situación y fase terminal:

Los elementos fundamentales son:

1. Presencia de una enfermedad avanzada, progresiva, incurable.

2. Falta de posibilidades razonables de respuesta al tratamiento específico.

3. Presencia de numerosos problemas o síntomas intensos, múltiples, multifactoriales y cambiantes.

4. Gran impacto emocional en paciente, familia y equipo terapéutico, muy relacionado con la presencia, explícita o no, de la muerte.

5. Pronóstico de vida inferior a 6 meses.

3.1. Curas del paciente terminal.

  1. Tratamiento del dolor
  2. Tratamiento de síntomas digestivos
  3. Alimentación y nutrición
  4. Tratamiento de síntomas respiratorios
  5. Cuidado de la boca

3.2 Evolución de la etapa terminal:

– La agonía y la muerte:

Agonía: deterioro muy importante del estado general indicador de una muerte inminente (horas, pocos días) que a menudo se acompaña de disminución del nivel de conciencia. Tiene un gran impacto emocional sobre la familia. Es importante disminuir la agitación y la dificultad respiratoria, para intentar que la muerte del paciente sea apacible y disminuir la angustia de sus familiares y dar soporte médico y emocional adecuado.

4. Actitud del médico. Relación médico-enfermo.

Principios:

– Veracidad: Estamos obligados a no mentir.

La información veraz permite que el enfermo colabore con su asistencia y  participe en decisiones (principio de autonomía).

La veracidad NO obliga a la información cuando ésta puede resultar inútilmente dolorosa.

– Proporcionalidad Terapéutica: Evitar intervenciones inútiles o inadecuadas.

Para juzgar la proporcionalidad de una intervención se debería considerar:

Utilidad de la medida

Alternativas

Riesgos y beneficios

Pronóstico con y sin la medida

Costos: físicos, psicológicos, morales y económicos

– Ponderar la doble acción (manejo del dolor/supresión de la conciencia). Toma de decisiones terapéuticas cuando éstas tienen efectos secundarios potencialmente letales.

Debemos analizar:

Acción beneficiosa o indiferente.

Efecto deletéreo previsible no sea el deseado, sino sólo tolerado.

Que el efecto deseado no sea consecuencia del deletéreo.

Bien buscado sea proporcional al eventual daño.

– Prevención: Prever las posibles complicaciones y los efectos más frecuentes de toda medida adoptada con un paciente.

– No abandono

Deja un comentario