Mastitis: causas y prevención

La Mastitis es una preocupación que comúnmente podemos escuchar entre temas de conversación sobre mujeres que están en pleno periodo de lactancia, pues se trata de un grande problema que se frecuenta en esos lapsos de tiempo. Así como también, genera consecuencias graves al provocar que las madres que lo padecen dejen de amamantar a sus bebés mucho antes de lo pensado.

Tal y como en otros problemas de la salud, pueden prevenirse y en este caso, te contamos cuáles son las recomendaciones a seguir si deseas evitar a toda costa una posible inflamación del pecho como producto de la lactancia materna.

Mastitis síntomas

¿Cuáles son las causas?

Principalmente, se radica al periodo de lactancia, pues en las ocasiones donde no se realice un vacío completo de la leche materna, esta se acumula y queda atrapada en la mama. No obstante, esta no es la única causa posible, pues podemos encontrar con:

  • Bacterias: los bebés suelen tener bacterias en la boca así como en sus manos, por lo que es común que estas penetren en los conductos galactóforos por medio de las grietas o lesiones presentes en la mama. La leche materna que no sea extraída, quedará como un almacenamiento de bacterias que dé lugar a una Mastitis, si no se ejecuta un vaciado completo.
  • El conducto galactóforo obstruido: este es el nombre que se utiliza para determinar los casos en los que la leche materna no se extrae en su totalidad y produce una obstrucción en algunos de los conductos, provocando que la leche no salga sino que se devuelva y, por lo tanto, de paso a una infección del seno.

¿La Mastitis siempre causa infección?

Cuando hablamos de Mastitis, nos referimos a la hinchazón o inflamación del pecho, la cual puede que esté acompañada de una infección así como puede que no lo esté. Es por esa razón que la Mastitis está clasificada en dos divisiones, la que es infecciosa y la Mastitis no infecciosa.

En estadísticas médicas, se produce generalmente durante las primeras 12 semanas de amamantar aunque puede presentarse en cualquier periodo de lactancia. Al tratarse de una infección, la persona puede presentar otros síntomas característicos del mismo, como lo puede ser la inflamación, el dolor, enrojecimiento y calor en la zona de la mama.

Si bien mencionamos que en la mayoría de los casos sucede en la mujer durante su respectivo periodo de amamantar, aclaramos que esta infección también puede ocasionarse en mujeres que no estén en periodos lactantes, así como en hombres.

Mastitis infecciosa

La razón de la infección viene de origen bacteriano, generando un proceso infeccioso con una variedad de síntomas a presentar en la persona. Entre esta clasificación, encontramos dos tipos de divisiones en la Mastitis infecciosa.

  • Mastitis agudas: este tipo es el diagnosticado entre un 15 y 10% de casos presentados, y sus síntomas suelen ser la inflamación del área del pezón, enrojecimiento y dolor. Aunque, también existe una cantidad alta de casos en que se presenta fiebre, malestar general, cansancio, escalofríos y dolor muscular. El diagnóstico no es complicado de realizar y tampoco lo es el tratamiento, pues suele tratarse entre antibióticos y antiinflamatorios, según lo que su médico mejor indique.
  • Mastitis subagudas: a pesar de ser la que comúnmente más se presenta, es la que menos se diagnostica. La razón se debe a que la persona no presenta signos tan visibles a comparación de la anterior, aunque pueda que si tenga algo de inflamación y dolor, puede confundirse con otra cosa pues a la vista no hay enrojecimiento en el área afectada como tampoco fiebre, malestar general y demás síntomas alarmantes a una Mastitis.

Mastitis no infecciosa

La principal causa es la falta de vaciado en el pecho que perjudican en dolor e inflamación de la zona afectada, es por eso que podemos divisar el área endurecida, enrojecida e inflamada.

Sumado a esto, los espacios intercelulares se abren a consecuencia de la inflamación, lo que causa una cantidad más elevada de cloro y sodio en la leche materna, conllevando a un sabor salado que a los bebés les genera rechazo. El problema de una Mastitis libre de infección, puede resolverse mediante un vaciado de pecho. Si la persona presenta algún dolor, el médico administrará analgésicos o lo que mejor convenga según cada caso.

De igual manera, es importante tener en cuenta que, aunque no se trate de un caso infeccioso de Mastitis, este puede volverse en uno si no se trata a tiempo. Pues la retención de la leche materna puede conducir al inicio del desarrollo de bacterias. En cualquiera de los casos sobre los tipos de Mastitis que sea, es fundamental amamantar justo del lado que se encuentra afectado, debemos evitar que haya una mayor acumulación de leche en el seno, ya que mientras mayor sea la acumulación entonces mayor será el problema.

¿Cuáles son los factores de riesgo de la Mastitis?

En el asunto de la lactancia toda mujer es propensa de sufrir por Mastitis, pero también hay ciertos factores de riesgo que hacen más propensos a cualquier otra persona fuera del periodo lactante.

  • Una baja calidad de alimentación, el estrés y cansancio excesivo son factores a cuidar si queremos evitar una Mastitis.
  • Las mujeres que tuvieron un previo episodio de Mastitis en tiempos de amamantar, son propensas a sufrirlo nuevamente.
  • Para las madres que practican la lactancia con sus bebés, el usar solo una posición podría generar un vacío incompleto de la mama.
  • Los pezones que tengan heridas, estén lastimados o agrietados también hace propensa a la persona, pero recordemos que este tipo de inflamación puede generarse sin necesidad de presentar lesión alguna en la zona.
  • El uso excesivamente apretado de sujetadores en mujeres que de lactancia, puede conllevar a presión en el pecho lo que significa un posible flujo de leche limitado.
  • Las primeras semanas postparto, la actividad lactante genera que la mujer esté más vulnerable a una Mastitis.

¿Qué puedo hacer para evitar la Mastitis?

Entre los mejores consejos para evitar sufrir un caso de Mastitis es el vaciado frecuente y completo de la mama, no pasa nada si el bebé no logra extraerlo por completo, pues hay ciertos artículos (como el extractor de leche) que ayuda a sacar lo restante. Incluso, los médicos dependiendo del caso pueden recomendar dicho método y más si la producción de leche materna es abundante.

Deja por completo a un lado las prendas que te generen fuerte presión en la zona del pecho para permitir el flujo adecuado de la leche materna. Por otro lado, asegúrate de que el bebé tenga el agarre correcto a la mama, así como evitar el consumo de otros alimentos antes de sus seis (6) meses.

¿Qué hago si mi caso es infeccioso?

Lo primero que se recomienda es hacerse un cultivo de leche, debido a que este proceso determina si se trata de un caso por infección bacteriana o no, a modo de que el médico recete el tratamiento que se adecúe correctamente al caso.

Olvida el método de usar la leche materna para curar las grietas del pezón porque en vez de ver mejoras, es posible que lo que hagas sea expandir la infección. Por último, si el bebé rechaza la leche entonces debes emplear los extractores de leche materna y sacarla por completo para evitar la acumulación de la misma en el seno.

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