El desayuno o la primera comida del día es la clave fundamental para producir la suficiente energía que nos ayude a afrontar las actividades cotidianas. También es cierto que la influencia de tener el desayuno o saltarlo es crucial para el organismo y su buen rendimiento.
Desde que estuvimos pequeños quizá recordemos lo mucho que se escuchaba hablar sobre la importancia de comer el desayuno para un buen crecimiento de nuestro cuerpo. Es posible que hoy en día esos hábitos alimenticios hayan cambiado un poco y el desayuno no se siga considerando tan indispensable, hasta el punto de omitirlo.
Esa razón nos lleva a querer comentar y explicar por qué no debemos dejar de un lado la primera comida del día (quizá la más importante), ya que esta tiene un considerable impacto en nuestro día y en el organismo.
¿Cuál es la importancia que tiene el desayuno para el organismo?
La cena y el desayuno forman los dos platos de comida con más nutrientes y fuentes de energía, en especial la primera comida del día, puesto que está comprobado por profesionales de la salud que, una buena y correcta nutrición no se alcanza si no se consume el desayuno.
La importancia de la ingesta de este primer plato radica en el beneficio e impacto positivo que tiene en el organismo. Debido a que, una dieta equilibrada en la que se establece un desayuno balanceado, garantiza el buen rendimiento intelectual y físico.
En suma, con la ingesta equilibrada de la comida, permitirá que el organismo obtenga los nutrientes necesarios y evite por completo algún tipo de deficiencia de los mismos. Por consiguiente, un organismo que reciba la cantidad de nutrientes requeridos, podrá realizar una distribución correcta de los mismos, permitiéndole a la persona que mantenga su peso.
Hoy en día, los estilos de vida que mantienen algunas personas resultan tan exigentes que el compromiso de consumir el plato de desayuno pasa a otro plano de prioridades o en los que, de plano, este simplemente no se consume.
Esa falta de prioridad conlleva a cambios en la dieta alimentaria por la mañana, y en la cantidad de los alimentos. Incluso, muchas personas consideran una taza de café como su respectivo desayuno.
Sumado al cambio y desmejora del desayuno, si se hace de la misma manera con la cena, entonces se conduce hasta un punto donde se forman repercusiones plenamente negativas para el organismo. Sobre todo si estas van acompañadas de un horario irracional del consumo de alimentos.
Dicha repercusión cae en la nutrición y salud de la persona. Situación que ofrece el mismo resultado cuando los desayunos no cuentan con la cantidad de nutrientes necesarios.
¿Cuáles pueden ser las consecuencias de no desayunar?
Como mencionamos en el punto anterior, la primera comida del día influye en la captación de energía que necesitamos cotidianamente para mantener un rendimiento general de las actividades y del cuerpo. Sin embargo, cuando esta no es adquirida, es probable que las consecuencias se manifiesten en aumento de peso.
Algunas personas, por falta de correcta información, tienen creencias de que la falta de desayuno contribuye a la pérdida de peso. No es cierto del todo. Algunas investigaciones demuestran que los adolescentes que llevan su dieta equilibrada, sin saltar el desayuno, tienen un margen de masa grasa menor que los de aquellos que no consumen dicho plato.
Esto va motivado a que se produce una necesidad de consumir más cantidad de comida a lo largo del día o bien, en almuerzos o cenas. Generando de tal manera, un desbalance de alimentos.
Varios estudios realizados señalan que la omisión del desayuno es un factor de riesgo para la salud. De hecho, muchos de estos centros especializados también exponen que, la obesidad, consumo de alcohol y tabaco, vida sedentaria, incorrecto horario de sueño y la omisión del desayuno, se consideran como los factores de riesgo que representan una mayor mortalidad.
Por otro lado, las observaciones que se realizan a los niños determinan incremento de concentración de cuerpos cetónicos, en especial de los ácidos grasos libres. Todo esto hace referencia a una concentración baja de la insulina.
Beneficios del desayuno
Se estima que un 25% del requerimiento energético por persona debe brindarlo el desayuno. Además de que dicha ingesta debe ser, en lo posible, a más tardar, dos (2) horas después de despertar.
Los beneficios generales que se obtienen del consumo de esta primera comida, determina que:
- Controla el peso corporal: como bien mencionamos en un punto anterior, la distribución calórica a lo largo del día con el horario de comida correspondiente, es determinante para que no exista sobrecarga de ellas. Lo que reduce la necesidad de ingerir snacks o golosinas entre los horarios de comida.
- Favorece el estado de nutrición: la ingesta del desayuno abre paso al consumo de minerales, vitaminas, fibras y menos grasas dentro de las otras comidas restantes del día.
- Rendimiento intelectual y físico: cuando hay omisión del desayuno, se afecta al organismo con el aumento del cortisol y la baja de la insulina. Ambos factores, en los que se evidencia una alteración hormonal, conducen a influencias negativas en el rendimiento físico e intelectual de la persona.
¿Qué tiene un desayuno nutritivo por completo?
Para considerar un desayuno que sea rico en nutrientes, debe garantizar la presencia de:
- Proteína: es indispensable la proteína en el desayuno, bien sea que se trate de huevos, carnes (como el jamón) pero con un consumo regulado, entre otros.
- Cereales: los panes integrales o la avena, figuran como cereales que además de aportar los carbohidratos que producirán energía, nos brindan la fibra necesaria. Recordemos que la ingesta de fibra promueve la sensación de saciedad.
- Fruta o vegetal: dependiendo de la fruta o vegetal que consumas, puede que también comas la piel, lo que favorece el consumo de fibra. Por otro lado, el consumo de fruta garantiza la recepción de vitaminas, minerales y carbohidratos. Los platillos más populares del desayuno se acompañan de verduras o frutas, como lo es el tomate en pan, acompañados de aceite de canola u oliva.
- Productos lácteos: estos pueden escogerse según la necesidad o gustos personales, pero mayormente se recomienda el consumo de productos lácteos enteros. El yogurt y la leche se encuentran entre los principales, ya que aportan buenos beneficios en calcio, proteínas y vitaminas.
Deja a un lado las grasas trans
Algunas personas expresan ciertas complicaciones con el tema del equilibrio de alimentos para el plato del desayuno, por el hecho de que desconoce cómo lograr dicho balance. La presencia de productos no tan saludables, es quizá el principal problema para muchas personas.
Sobre todo cuando la ingesta es de alto nivel en grasas trans y azúcares simples, pues estos contenidos lo que producen es inflamar el organismo. De allí radica la importancia de saber la calidad de los alimentos y productos a consumir, debido a que de esa manera, podrás garantizar la fuente nutritiva que le dará a tu cuerpo.
Finalmente, profundizar el conocimiento sobre la dieta alimentaria equilibrada ayuda a que una persona reciba la cantidad requerida para el buen rendimiento y funcionamiento de su organismo.
Por esa razón, muchos buscan la ayuda y orientación de un profesional en el área, como los nutricionistas, para que el consumo de los alimentos sea adecuado según las necesidades que demanda su cuerpo y los objetivos que proyecte. ¿Ya conocías lo indispensable que es para el cuerpo no saltarse los desayunos?