¿De qué trata un estilo de vida fitness?

A menudo se tiene la creencia de que un estilo de vida fitness es solo beneficioso para aquellas personas que practican disciplinas deportivas de alto rendimiento, se dedican al fisiculturismo o incluso, al modelaje, por los altos niveles de exigencia y apariencia física.

Cualquier persona que tenga intenciones de mejorar sus hábitos puede iniciar un estilo de vida fitness.

Comúnmente se rumorea que, un estilo de vida fitness, es mantener dietas alimenticias complicadas y difíciles para lograr los objetivos de la tonificación del cuerpo o la pérdida de peso.

La verdad es que ambos conceptos están errados, pues este tipo de vida puede planificarse para una persona joven o adulta. Y por el otro lado, el fitness lo que en realidad atribuye a la alimentación es que aprendas a tener la nutrición adecuada y requerida para el organismo. Sin necesidad de eliminar el consumo de ciertos alimentos, sino moderarlos.

Tan solo ese par de razones nos motiva a comentar más sobre el estilo de vida fitness que cualquier persona puede alcanzar siempre y cuando se mantenga la disciplina y las ganas de seguir aprendiendo para el bienestar general de nuestro cuerpo y organismo.

¿Qué es fitness?

El término fitness proviene del inglés y se utiliza para hacer referencia al bienestar. Este bienestar del organismo al que se menciona tiene que ver tanto con la parte mental como física de nuestro cuerpo.

Todo ello como resultado de dos factores claves para el estilo de vida fitness: alimentación y ejercicio. La unión de ambos elementos contribuye a que se puedan lograr los mejores resultados en la meta de tener un cuerpo fuerte y sano, por fuera y por dentro.

Las personas que no están entendidas del todo sobre el tema de un estilo de vida fitness y lo que lo envuelve, suelen creer que se trata de sacrificar muchas cosas del día a día para poder lograr un objetivo. Algunos individuos incluso pueden desistir de este tema porque sienten que los cambios deben ser radicales y extremos.

La verdad es que eso es falso, pues precisamente, iniciarse dentro del fitness es un lento proceso de tiempo. Al cuerpo se le debe enseñar los nuevos hábitos saludables sin que esto genere impactos drásticos que conlleven a un recibimiento negativo.

Los hábitos saludables deben introducirse paso a paso, sin apuros, pero con mucha disciplina para poder establecer el cambio requerido de la mejor manera.

Ejercicios

De esos hábitos saludables que mencionamos anteriormente, tienen relación con los ejercicios y la dieta alimentaria que establece una persona.

El ejercicio a diario con rutinas de entrenamiento cardiovascular o muscular favorece el desarrollo del músculo, al tiempo que se disminuye el nivel de grasa. Estos dos factores demuestran, con el tiempo, un mejor estado saludable para el cuerpo y su salud.

Dentro del fitness, se considera también a las personas que se dedican a realizar ejercicios o entrenamientos gimnásticos consecuentes en la semana para lograr un determinado aspecto físico. En general, cuando alguien busca una apariencia física específica tiene que ver con metas u objetivos personales.

Un estado físico saludable evita las distintas enfermedades que puedan verse como el resultado de malos hábitos o la existencia de otras patologías, como la obesidad. De igual manera, se busca una mayor resistencia, flexibilidad, fuerza general y fuerza muscular localizada, además del equilibrio en bienestar del cuerpo. Todo ello se considera saludable siempre y cuando se mantenga dentro de los parámetros o porcentajes sanos para los músculos, grasas y huesos.

Alimentación

Algunos errores que se comenten cuando se aspira al estilo de vida fitness es entregarse por completo a los ejercicios y dejar a un lado la dieta alimenticia saludable. Es decir, las comidas rápidas y procesadas que se integran al plan de alimentación muchas veces no se conocen cómo canalizar o moderar el consumo de las mismas. Llevándonos al camino incorrecto del objetivo saludable que estamos buscando, y, por tanto, los resultados podrían decepcionarnos.

Es por eso que, dentro del fitness, los profesionales del tema buscan orientar a las personas con hábitos progresivos en la alimentación. Donde estas personas aprenden a identificar la cantidad de alimentos que el cuerpo requiere, las proteínas, carbohidratos, azúcares, minerales, fibras y demás, que demande el organismo para una dieta balanceada y justa.

Se dice que somos lo que comemos, así que por más ejercicio dedicado y fuerte que se haga, puede no brindarnos los resultados que estamos buscando si la dieta no está equilibrada nutritivamente. Los nutrientes conforman los mejores aliados ante las tareas del día a día, sobre todo para el entrenamiento que nos proponemos.

Beneficios de un estilo de vida fitness

Como mencionamos al inicio de la entrada, cuando se trata del fitness, los beneficios de la mejora en la salud van tanto para la mente como para el resto del cuerpo y su tonificación. Entre los que más destacan, encontramos los siguientes.

Disminuye la depresión

Las rutinas y hábitos que se establecen para mantener un cuerpo saludable y en forma, tienen impactos positivos para la mente. La producción de contracciones musculares durante el entrenamiento, manda y dirige señales que inciden en desviaciones que tienen las neuronas responsables del estado depresivo. De esa manera, logran disminuirlas y, por tanto, se evita la depresión.

Protege al sistema cardiovascular

El estilo de vida fitness favorece a disminuir los riesgos de enfermedades cardiovasculares. Al igual que, para las personas que ya padecen de este tipo de enfermedades, los ayuda a sobrellevar los trastornos. Dando como resultado positivo, los bajos niveles de la presión arterial, regulación del colesterol y mejoras del ritmo cardíaco, entre otros.

El fitness incrementa la disciplina

Una vez que se comienza a cumplir con los horarios establecidos para las prácticas de ejercicios y de alcanzar objetivos según sus plazos (cortos, medianos y largos) entonces los hábitos de disciplina y compromiso darán sus resultados.

Esto tiene gran valor para cualquier persona, ya que las costumbres manejadas por la procrastinación quedarán atrás, sin impedir que puedan alcanzarse las metas establecidas.

Contribuye a una buena autoestima

Un buen estado de salud mental significa que todo cambio positivo para nuestro cuerpo se recibirá de buena manera. Cuando comentamos sobre los aportes que tiene el fitness para nuestro organismo, la autoestima es de las que más destaca.

Notar la evolución que nuestro cuerpo obtiene, conjunto a las metas alcanzadas para los momentos en que las fijamos, conllevan a una valoración personal inigualable. Será más fácil recordar y demostrarnos que sí somos capaces de lograr cualquier objetivo propuesto, con base a la disciplina y fuerza de voluntad para los momentos más complicados.

Protege la salud ósea

Enfermedades como la osteoporosis pueden bajar su riesgo de padecimiento si mantenemos rutinas de ejercicios y en general, una vida fitness. Dichos ejercicios contribuyen al desarrollo del músculo y este, protege los huesos al tiempo en que ayudan a la reestructuración ósea.

Por último, es de igual manera importante mencionar que, la movilidad de nuestras articulaciones gracias a los entrenamientos nos permite una mejora en la capacidad de reacción. Así que, probablemente, estemos fuera de riesgo de caídas.

Con toda la información brindada sobre lo que envuelve el estilo de vida fitness, además de sus aportes, podemos descartar ciertos rumores falsos como las condiciones que primero debemos tener si queremos iniciar en el fitness. Pues bien mencionamos que cualquier persona con intención de mejorar sus hábitos puede lograrlo. ¿Conocías todos los beneficios que puede tener tu cuerpo al mantener un estilo de vida fitness?

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