Crisis de epilepsia ¿Cómo debemos actuar?

La epilepsia es una condición cuya relevancia es caracterizada por la manifestación de sus síntomas frecuentes, como las convulsiones. Cuando estamos ante la presencia de una persona epiléptica, es necesario conocer cómo podemos actuar ante una crisis epiléptica. Ya que, algunas veces dependiendo del grado o tipo de epilepsia que padece el individuo, es posible que un episodio convulsivo sea más propenso en ocurrir y debemos estar preparados para atender a la persona y así, evitar posibles lesiones.

Esa razón nos motiva a comentarles en esta oportunidad sobre la manera en que debemos actuar ante un episodio de crisis por epilepsia. Además de mencionar otros aspectos relevantes e importantes de la misma condición.

¿Qué es epilepsia?

Como hemos mencionado un par de veces en el inicio, la epilepsia es una condición que le produce convulsiones al afectado a consecuencia de las descargas anormales en la actividad eléctrica que suele producir el cerebro. Es decir, en otras palabras, se trata de un trastorno cerebral que producen convulsiones frecuentes en un periodo de tiempo.

Esas mismas convulsiones mencionadas es la respuesta al funcionamiento o actividad no común y descontrolada de las neuronas, por lo que puede repercutir en varios aspectos de la vida del paciente, como el comportamiento y atención.

Este tipo de condición o acción anómala se registra con mayor frecuencia en los niños y personas de avanzada edad, pero no descarta el riesgo a que personas de cualquier edad pueda verse afectada por la epilepsia.

Si bien es cierto que no existe una cura como tal para la epilepsia, sí hay tratamientos, remedios alternos e incluso, dietas alimenticias que pueden reducir significativamente la condición y permitirle un mejor estilo de vida y bienestar al afectado. Es indispensable mantener el control médico en cuanto a la epilepsia, ya que debido a sus variedades es necesario que se controle el grado de la condición y que este no aumente.

Sus tipos

Recién mencionamos que es importante controlar el grado o tipo de epilepsia para que este no incremente, sino que se mantenga equilibrado o que, preferiblemente, disminuya. Por ello, proseguimos a mencionar cuáles son los tipos de la condición, además de destacar que estos tienen que ver con la edad de la persona, la posible causa subyacente y la zona donde esté involucrado el tejido cerebral.

  • Epilepsia parcial: este tipo de epilepsia es la que se produce debido a las convulsiones que parten desde un área en particular del cerebro. Las convulsiones pueden manifestarse levemente o por contrario, muy fuertes. En suma, es posible que alguna función o habilidad específica del organismo reciba un impacto negativo, como el habla o la vista.
  • Epilepsia generalizada: es la que se produce debido a que todo el cerebro se ve afectado por las convulsiones. Dentro de este tipo se desglosan otros más, la epilepsia mioclónica, ausencial y tónico-clónica.
  • Epilepsia sintomática: producida a raíz de otra condición médica subyacente, tal como puede serlo una patología infecciosa, traumatismo craneal o algún trastorno genético.
  • Epilepsia idiopática: la epilepsia idiopática es un tipo a la que no se conoce su causa. Según estudios y estadísticas, existe alrededor de un 50% de los casos diagnosticados por este tipo de epilepsia.

Debemos destacar que dependiendo del tipo de epilepsia que tenga la persona es que su tratamiento y diagnóstico debe ser establecido. Pues, un tipo recibe un tratamiento que puede ser distinto de otro. Por ello se recomienda específicamente el trato y seguimiento a manos de un médico. Ya que estos profesionales determinan, además del tipo y diagnóstico del paciente, el mejor trato para mejorar la condición.

Sus grados

Cuando mencionamos el grado en una epilepsia, es para referirse a la frecuencia y gravedad de las convulsiones que se manifiesta en las personas epilépticas. Se conoce tres grados de la condición:

  1. Leve: los pacientes epilépticos de grado leve, manifiestan convulsiones ocasionales, pero no llega a interferir o significar un impedimento notorio en las actividades cotidianas. Su estilo de vida es normal, en sentido relativo.
  2. Moderado: los episodios de convulsiones en este grado incrementan, considerándose con mayor frecuencia y gravedad a comparación de los pacientes en grado leve. Es posible que llevar a cabo ciertas actividades pueda complicarse o incluso, no lograrse del todo.
  3. Grave: en este grado, las convulsiones tienen mucha más frecuencia y gravedad. En el mayor de los casos, los afectados necesitan de ayuda permanente para hacer ciertas actividades y el estilo de vida puede verse negativamente afectado.

¿Cómo debemos actuar ante una crisis epiléptica?

El cómo actuar ante una crisis epiléptica debería considerarse un conocimiento o requisito para la vida, ya que no sabemos cuándo podemos prestarle la atención a alguien cercano e incluso lejano, para evitarle mayores lesiones ante el episodio.

  • No intentes intervenir o detener la convulsión, estas suelen parar por sí mismas. Se recomienda que no se detengan debido a que, de hacer lo contrario, puede causar otra lesión en el afectado.
  • La duración promedio de las convulsiones es de cinco (5) minutos, así que cuando el episodio convulsivo comience, toma el tiempo de su inicio y fin. En caso de que pasen los minutos señalados o si conoces que es la primera vez que la persona presenta convulsiones, llama a emergencias.
  • Procura que la persona esté segura en el sentido de no se encuentre sobre o cerca de objetos con los que pueda lastimarse a consecuencia del movimiento por la convulsión.
  • Si es posible colocarla en el suelo, hazlo procurando que el cuello y la cabeza queden protegidos para así evitar lesiones en toda esa área.
  • Gira la cabeza de la persona hacia un lado, de esta manera evitamos que la lengua obstruya la vía respiratoria.
  • Aunque sea uno de los aspectos más difíciles, es necesario que mantengas la calma para poder actuar con concordancia y rápido ante el episodio de convulsión. Ayuda a poderle ofrecer la asistencia y ayuda necesaria del momento al afectado y para que la situación no se salga de control.
  • En caso de que la persona afectada se vea con dificultades para respirar tras la convulsión o tiene alguna herida producto de la misma, proporciona primeros auxilios adecuados. Si no sabes o no cuentas con la capacidad o seguridad de hacerlos, llama inmediatamente a emergencia para que puedan atender al afectado.

¿Qué más debo tomar en cuenta?

Quizá para personas que aún no presencian una crisis epiléptica, desconozcan qué se debe hacer en el momento en que alguien la experimenta. Sobre todo, si no hay nadie cercano del entorno que sea paciente epiléptico. Sin embargo, destacamos que en caso de no saber cómo actuar o no sentirse seguro de poder darle ayuda a una persona con crisis epilépticas, entonces no dudes en llamar de inmediato a emergencias.

Recordamos nuevamente que las convulsiones finalizan por sí mismas e intentar detenerlas puede causar un mayor daño. Muchas personas epilépticas suelen cargar consigo mismas un plan indicativo o de instrucciones para los casos de convulsiones. En ese tipo de caso, se debe seguir los pasos que esta persona estableció.

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