¿Cómo se puede corregir la actitud escoliótica?

Cuando se trata de la actitud escoliótica, las personas en general la confunden con otra patología en sí, es decir, con la escoliosis. No obstante, ambas tienen sus distintas características, lo que nos hace mencionar que no se trata de lo mismo.

Ante ese motivo, en esta oportunidad traemos información sobre cómo poder corregir la actitud escoliótica y qué podemos hacer para identificar si el problema no es la escoliosis como tal.

¿Qué es actitud escoliótica?

Cuando nos fijamos en las personas cercanas de nuestro entorno e identificamos una mala postura, generalmente podemos deducir que se trata de una escoliosis. La verdad es que no siempre la patología tiene algo que ver con la posición incorrecta de nuestro cuerpo, como lo es en este caso.

La actitud escoliótica es la desviación de nuestra columna vertebral que se hace de forma voluntaria a causa de las mismas características del cuerpo, pero que no tienen relación con la columna en sí.

En otro orden de ideas, cuando se habla de la actitud escoliótica se refiere a la desviación que toma la columna vertebral debido a causas ajenas a ella misma.

Otro punto característico para diferenciar la actitud con la escoliosis, es que la primera no suele alcanzar los 10º de Cobb, y los casos de este tipo se consideran poco frecuentes. Esto es debido a que la actitud escoliótica no es tridimensional, sino bidimensional.

Dicha patología, que se manifiesta en la columna vertebral, ataca las primeras tres (3) zonas de la misma. Sabemos que, en general, se categoriza en cinco (5) segmentos:

  • Cervicales
  • Torácicas / dorsales
  • Lumbares
  • Coxis

Queriendo decir que, tanto la lumbar como la dorsal se consideran las principales partes donde más aparece la desviación.

Los informes practicados ante este tema, señalan que hay un 2% de la población mundial que presenta esta actitud. Y se destaca entre los adolescentes y niños.

Ángulo de Cobb

  • Grave: es el ángulo que sobrepasa de los 45º, este tipo de afección agresiva y elevada suele requerir intervención quirúrgica.
  • Media: ronda entre los 25 y 45º. En estos casos, los tratamientos tienen que ver con la fisioterapia y ejercicios en los cuales, el paciente generalmente, deberá emplear un corsé o faja.
  • Leve: su promedio es de los 10 y 24º, para este tipo se recurre a los ejercicios terapéuticos y la fisioterapia.
  • Cuando el ángulo marca de 0 hasta los 9º se determina que no existe presencia de escoliosis ni entra en ninguna de las categorías mencionadas. Por lo que se estaría tratando, en cambio, a una actitud escoliótica.

¿En qué se diferencia la escoliosis de la actitud escoliótica?

En el punto anterior comentamos algunas diferencias de la escoliosis con la actitud escoliótica, pero existen otras características a tomar en cuenta que establecen más diferencias entre ambas.

Lo primero que debemos explicar es que, para determinar correctamente la existencia de la escoliosis, es necesario que un médico lo evalúe para llegar al respectivo diagnóstico. Pues una patología recibe tratamientos distintos a la otra, cuestión que será fundamental para la sana y correcta mejora de la columna.

Si bien mencionamos que la escoliosis presenta desviación en tres dimensiones, se suma el hecho de que en esta patología, las vértebras destacan por la rotación que toman con relación al eje de la misma columna. Este es un aspecto que el médico puede notar a simple vista en una radiografía.

Por otro lado, existe una particularidad en la escoliosis y tiene que ver con la diferencia entre ambos sexos. Las personas que se ven más comúnmente afectadas por escoliosis con un promedio del 70% son mujeres.

Otra de las diferencias de la escoliosis es la procedencia congénita, o, que se forma como resultado de distintas patologías, a nivel muscular o neuronal.

Diagnóstico de la patología

Para diagnosticar la actitud escoliótica, el profesional de la salud mandará a realzar ciertos exámenes y pruebas del paciente para determinar la existencia de la patología y en suma, referir el tratamiento.

En consecuencia, el test de Adams es otro método o prueba que suele realizarse para determinar la actitud:

  • La persona debe mantenerse parado, con ambos pies juntos (bipedestación).
  • Luego, debe intentar doblarse e intentar tocar con sus manos, las puntas de sus pies. Cuando esté doblado, si aparece una especie de joroba lateral, las sospechas serán de escoliosis.
  • Si no existe, ni se presenta ninguna joroba, las probabilidades entonces se inclinan a una actitud escoliótica.

¿Qué puedo hacer para corregir la actitud escoliótica?

Un temprano diagnóstico es favorecedor para la corrección de la patología, así se contribuye a que el problema no se vuelva más complicado. Hay varias medidas y métodos a tomar en cuenta para la corrección de la postura de nuestro cuerpo.

Aun así, es necesario mencionar que todo tratamiento o acto de corregir la actitud escoliótica tendrá que ver con la particularidad del caso y su origen. Pero, de manera general, se tiene la práctica de varias correcciones como:

  • Uso de zapatos ortopédicos o plantillas: mayormente, se dirige a las personas que tienen un acortamiento en una de sus piernas. Este método es común entre los niños, pues el diagnóstico a temprana edad ayuda a una mejora del organismo.
  • Reeducación de la postura corporal: la reeducación postural es beneficiosa porque enseña a las personas a cómo mantener la correcta postura del cuerpo mientras trabaja o realiza deporte. Los entrenamientos de pilates a menudo se recomiendan para este trabajo tipo de corrección.
  • Electroterapia: este tratamiento tiene como objetivo reducir la inflamación y dolor existente a consecuencia de la actitud escoliótica. Dentro del grupo se dispone la onda corta, microonda, magnetoterapia y el tens.
  • Terapia: específicamente hablamos de la terapia manual con la idea de restablecer la musculatura del torso para que desempeñen su funcionamiento correcto y además, contribuya a disminuir el dolor de las zonas.

¿Por qué aparece la actitud escoliótica?

La patología tiene varias causas. Entre ellas están:

  • Histérica: aunque el índice de casos resultan bastante bajos, esta causa es producida por el factor psicológico y emocional que afectan el desarrollo adecuado de la columna vertebral.
  • Postural: se manifiesta como el resultado de la mala posición o postura del cuerpo en distintas actividades cotidianas, como en el trabajo.
  • Inflamatoria: la inflamación de alguna parte de nuestro organismo cercano a la columna, como es la orgánica (del hígado, estómago, etc.) puede conllevar a la patología.
  • Compensatoria: esta causa tiene relación con una previa lesión de la cual, la protegemos de forma instintiva e involuntaria. Por ejemplo, es el tipo de compensación que enfrentamos cuando tenemos una extremidad inferior más larga que la otra. Así como los casos donde practicamos fútbol, tenis o cualquier otro deporte que nos exija más el desarrollo de un lado del cuerpo, dejando desprotegido al otro.
  • Antiálgica: se presenta cuando adoptamos posiciones incorrectas o inadecuadas para disminuir el dolor que nos produce cierta parte del cuerpo.

Un último y buen consejo a mantener en cuenta si se quiere evitar o corregir la actitud escoliótica, es la práctica de deportes. La natación se considera como el deporte más completo y terapéutico para este tipo de problemas, los médicos suelen recomendarlo a cualquier edad, pero sobre todo a los menores de 18 años. Esto es para precisamente evitar una desviación y mal desarrollo de la columna. ¿Qué te ha parecido esta información?, ¿ Conocías esta actitud? Déjanos tu comentario.

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