Los amarres de amor están enfocados principalmente a acercar a las personas que amamos, «amarrarlas» en el sentido de que se mantenga consolidada la relación.
Estos hechizos se suelen aprovechar cuando hay discusiones, falta de pasión, distanciamiento o incluso ruptura.
¿Pero qué sucede cuando se da la situación contraria? Es decir, cuando el problema en nuestros sentimientos se vincula a esa situación en la que alguien (a veces nuestra propia ex pareja) nos está causando malestar, tristeza, ansiedad o hasta dependencia.
En estos casos también son útiles los amarres de amor. Constituyen una modalidad bastante peculiar, pero existe, es la enfocada a alejar a personas negativas, que no nos dejan ser felices.
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¿Cómo hacer estos amarres de amor?
Los amarres de amor se han hecho tan famosos en parte porque cualquiera puede hacerlos por cuenta propia. Son bastante sencillos, solo hay que reunir los ingredientes apropiados y proceder con las acciones y oraciones que se indican.
Sin embargo, los amarres de amor para alejar a personas negativas son algo especiales. Eliminar la influencia dañina de alguien hacia ti puede ser más delicado de lo que se piensa. En estos casos es mejor contar siempre con profesionales, sobre todo si no tienes suficiente experiencia y conocimiento sobre estos hechizos.
En España la profesional que tiene un mejor reconocimiento en amarres de amor es Paloma Lafuente. Precisamente en su página web oficial encontramos información sobre estos hechizos de alejamiento, de lo que pueden dar de sí y de cómo podrías llegar a hacerlos si algún día lo necesitas.
Amarres de amor de alejamiento de terceras personas
Casi la mayor parte de las consultas relacionadas que recibe Paloma Lafuente en este tipo de situaciones, se deben a gente fuera de la relación (terceras personas), que está afectando de forma negativa a la pareja.
Las posibilidades, obviamente, son infinitas. Pero esta profesional reconoce por su experiencia tres casos que son los más comunes de todos.
Amarres de amor de alejamiento de personas interesadas
¿Notas que tu pareja se ha vuelto distante? ¿Pasa más tiempo fuera de casa que antes? ¿Hay alguna persona en concreto que forme parte de sus conversaciones con mayor frecuencia?
En muchos casos los conflictos en una relación se debe a que hay una tercera persona interesada sentimentalmente en nuestra pareja y, por tanto, intenta conquistarla.
Es cierto que no debería conseguirlo en una situación normal, pero estas personas no «juegan limpio» precisamente.
Para empezar, porque no respetan los sentimientos existentes en una relación de dos personas. Imponen su voluntad y deseo para conseguir lo que quieren, sin importar a quién hacen daño. Ni siquiera les interesa lo que la otra persona siente o desea en realidad.
Estas terceras personas interesadas pueden ejercer una influencia realmente negativa con comentarios y acciones que dinamiten la relación. A veces incluso aprovechan hechizos para confundir los sentimientos de nuestra pareja.
El problema es que, cuando ya han conseguido ciertos avances y la relación está en crisis, ofrecen a nuestra pareja una situación de ensueño, de cariño, de amor, de atención que, en realidad, ya tenían con nosotros, pero que han dañado a base de engaños, mentiras, comentarios e insinuaciones.
En conclusión, si esa persona no hubiera hecho nada, en realidad la pareja seguiría estable y con la unión que siempre ha disfrutado.
Paloma Lafuente explica que en estos casos es muy probable tener que abordar dos tipos de acciones. La primera suele ser bastante sencilla y sí es posible hacerla por cuenta propia.
Consiste en un ritual de limpieza energética, con el que reducir la influencia negativa de esa tercera persona. Es una solución temporal, pero que ya puede mostrar unos avances significativos.
Paloma Lafuente pone un ejemplo muy claro en este sentido. Es como si tuviéramos una gotera en casa y un cubo que hemos puesto debajo. La limpieza energética es como vaciar ese cubo. Ya no desborda, la situación está controlada, pero la gotera se mantiene y, por tanto, volverá a llenar el cubo si no hacemos algo por remediarlo.
Esa solución definitiva es la que se busca con un amarre de alejamiento de terceras personas, un hechizo poderoso que sí es recomendable hacer con la ayuda de profesionales en este ámbito.
Otra cosa a tener en cuenta sobre estos hechizos es que representan un alejamiento definitivo. Esa tercera persona es una influencia negativa e interesada que siempre va a intentar imponer sus deseos, por lo que no existe término medio. Debe salir de vuestras vidas de forma total y para siempre. Solamente así evitarás que vuelva a ejercer una influencia negativa en la relación.
Amarres de amor de alejamiento para personas tóxicas
Las personas tóxicas son difíciles de identificar. Por dos motivos principalmente. El primero de ellos es que solemos conocerlas. Son normalmente amistades de hace muchos años y, por tanto, al principio no desconfiamos de esa gente. Es más, nos sorprende cuando descubrimos que están detrás de esa influencia negativa que tanto nos está afectando.
El otro motivo es que las personas tóxicas se desarrollan bajo esta personalidad. No nacen así, sino que situaciones de su vida les van contaminando hasta convertirse en alguien cuya cercanía resulta dañina. Es más, hay personas de este tipo que disfrutan viendo cómo sufren los demás, mientras que hay otras que simplemente ignoran su influencia negativa. En ambos casos la toxicidad es patente.
Por tanto, la solución es un amarre de alejamiento de terceras personas tóxicas. Antes Paloma Lafuente recomienda un servicio de interpretación de cartas del tarot. Esto se debe a que con la cartomancia podremos identificar exactamente quién está ejerciendo esa influencia tan mala.
Este tipo de hechizos es difícil, no solamente en su desarrollo, sino también abordarlo a nivel personal. Porque no se puede dialogar con estas personas, ya que su influencia, su carácter, su forma de actuar, son consecuentes de la personalidad que tienen.
Para conseguir que su influencia negativa no exista, tendrían que cambiar por su cuenta, algo en lo que no podemos ejercer una presión efectiva si no quieren. Nos queda, por tanto, aprovechar los amarres de amor.
Date cuenta de que aquí también hablamos de un alejamiento definitivo. Y eso no es fácil, porque hablamos de una amistad que, en la mayoría de los casos, se remonta a muchos años de antigüedad.
Sin embargo, tú también maduras como persona. Paloma Lafuente explica que los amarres de amor muchas veces nos cambian para toda la vida, ya que aprendemos a priorizar nuestra relación por encima de otras cosas, para evitar que nada ni nadie pueda dañarla nunca más.
Amarres de amor de alejamiento de familiares entrometidos
Vamos con el caso más complejo de personas que ejercen una influencia negativa en la relación y, curiosamente, también uno de los que podemos ver con mayor frecuencia.
Igual la situación te suena. Hay un familiar (suegro, suegra, cuñado, cuñada, tío, tía, primo, prima, etc.) que siempre opina cuando decimos algo como pareja. Hablamos de hijos, de vivienda, de vacaciones, de estudios, de ropa, de trabajo, ¡no importa la temática, siempre tienen una opinión contraria!
Con el fin de no discutir, la parte consanguínea de la relación con esa persona no entrará en debates o puede que incluso acepte sus sugerencias, causando un conflicto en la relación.
Este conflicto se repite cada vez que se da la situación en que ese familiar entrometido vuelve a influir en las decisiones de la pareja. La tensión se acumula y aparecen las discusiones y los problemas.
Pero en realidad el conflicto está fuera de la relación y cambiar la personalidad de ese familiar no va a ser tarea fácil. Para eso podemos ayudarnos en los amarres de amor de alejamiento de familiares entrometidos.
Ahora bien, aquí cambia la cosa. No podemos basarnos en un alejamiento definitivo. Cuando se trata de un familiar, no volverlo a ver puede causar un problema aún mayor en la relación y en la familia entera que la influencia que esté ejerciendo en ese momento.
¿Cómo afrontar entonces estos casos? Paloma Lafuente propone un tipo de amarre complejo, que lo que hace es reorientar el interés de esa persona hacia aquellos temas que realmente son importantes para él o ella.
De esta forma, su interés por la pareja se reduce hasta límites coherentes, sin imponer decisiones ni opiniones de ningún tipo.
Gracias a este tipo de amarre, es posible mantener la misma frecuencia de visitas o reuniones familiares, con el cambio de poder dar opiniones y anunciar novedades en la pareja, que no vayan a ser criticadas o contradichas por esa persona. Estará centrada en aquello que realmente le interesa, siempre dentro de márgenes lógicos y temas que no afecten de forma general a toda la familia.
Amarres de amor para olvidarse de la ex pareja
La mayoría de amarres de amor se centran en problemas existentes en una relación. Pero en realidad, son hechizos para resolver conflictos sentimentales y también se pueden dar estando sin otra persona.
Un ejemplo muy recurrente en las consultas de Paloma Lafuente es el de ex parejas que no permiten seguir conociendo a otras personas. Y no porque ejerzan una presión directa, sino que es más bien nuestra mente la que nos está impidiendo avanzar.
Quizás te suena la siguiente situación:
Una pareja rompe la relación. Al menos una de las dos personas (quien necesita el amarre) tiene convencimiento de que es lo adecuado. Puede incluso que sea un sentimiento mutuo.
Sin embargo, el recuerdo de la relación es doloroso. Se piensa en aquellos momentos felices que ya no se van a disfrutar, en todas las personas, familiares y amistades que se van a perder. Y se concibe más como un fracaso que como una experiencia de la que aprender.
Esto deriva a un recuerdo idealizado de cómo era todo. Se centran los pensamientos en momentos de amor, felicidad y cariño, en lugar de valorar el verdadero motivo de la ruptura, al que se le va restando papel protagonista.
Esto impide conocer a más gente o, incluso sin hacerlo, poder tener sentimientos de felicidad sin depender de la ex pareja. En muchos casos la solución que se encuentra es reconciliarse.
Si inicialmente la ruptura era vista de forma positiva, posiblemente la reconciliación no sea buena idea, sobre todo si el problema original sigue sin resolverse. En la mayoría de casos estas uniones duran mucho menos tiempo que la relación anterior y vuelve a producirse la separación.
El sentimiento de dependencia no desaparece, la idealización de la otra persona y de la propia relación impide avanzar a nivel sentimental. ¡Incluso se plantea una nueva reconciliación!
Son parejas que rompen y vuelven a unirse, de forma continua e incesante, hasta no concebir otra forma de vivir el uno sin el otro y, por tanto, en un bucle interminable de infelicidad con momentos transitorios de ilusión basados en sentimientos inexistentes en realidad.
Es una situación compleja, eso es indudable. Paloma Lafuente recomienda en estos casos amarres de amor con hielo, ya que este ingrediente ayuda a detener las influencias negativas que puedan afectarnos.
El objetivo de este hechizo, pese al nombre que tiene, no es el de olvidarse de forma amnésica de la relación que hemos tenido con esa persona. Se basa en realidad en eliminar esos sentimientos idealizados sobre la relación que se ha roto, para poder avanzar en la vida.
Como es lógico, el recuerdo de la pareja se mantiene, pero es neutral y se basa en los verdaderos sentimientos que se tienen en relación a la ruptura y los motivos por los que ya no se mantiene la unión.
Eso te permitirá aprender, adquirir experiencia y tomar mejores decisiones en el futuro, tanto a nivel personal como también en relación a otras personas que conozcas. Es decir, que te ayudará a ser feliz.