¿A qué se debe la importancia del agua para el funcionamiento del organismo?

Mantener un cuerpo debidamente hidratado es clave para que el funcionamiento de nuestro organismo alcance un rendimiento propio de una destacada calidad de salud. Siempre se nos menciona que el agua es un elemento que no podemos dejar de consumir, ya que su aporte es indispensable para mantener al organismo hidratado, además de evitar riesgo de enfermarnos.

Algunas personas se preocupan por mantener al cuerpo bien hidratado solo cuando entra la temporada de verano. Es un error común, pues, a pesar de que el organismo sí necesita de mayor hidratación cuando las oleadas de calor son muy fuertes, no significa que una vez que estas pasen, la hidratación sea menos importante.

En ese sentido, muchos desconocen que, durante las épocas de invierno, la hidratación del cuerpo es igual de importante que en verano. Incluso, con darle al cuerpo la cantidad de agua necesaria, puede ayudarte a cuidar mejor de tus labios cuando hace mucho frío.

Estemos en la estación climática que sea, consumir agua para tener el cuerpo hidratado es indispensable para mantener un organismo saludable. Por ello, quisimos en esta oportunidad comentarte algunos factores a tener en cuenta sobre la importancia de la hidratación. Al igual que señalaremos algunos consejos que puedes poner en práctica para rehidratarte y saber, según tu edad, la cantidad de líquido a ingerir para tener todo en control.

¿Por qué se produce la deshidratación de nuestro organismo?

La razón por la que nuestro cuerpo enfrenta una deshidratación se debe a un balance hídrico negativo. Lo que en otras palabras significa que nuestro cuerpo está perdiendo mayor cantidad de agua que de la que recibe. El estado de deshidratación se divide en tres tipos, los cuales conocemos como:

  • Deshidratación hipotónica: es en la que el organismo pierde mayor cantidad de electrolitos que el agua como tal.
  • Deshidratación hipertónica: en este caso, el cuerpo pierde más agua que electrolitos, a diferencia de la mencionada en el punto anterior.
  • La deshidratación isotónica: tiene que ver con la pérdida equitativa de agua y electrolitos.

Nuestro cuerpo en muchas ocasiones nos da señales para compensarle aquello que necesita. Como, por ejemplo, cuando detecta que no hay la cantidad de agua necesaria, nos lo hará saber mediante la sensación de sed. No ignores esas señales porque si el organismo te lo pide es porque necesita tener otra vez su equilibrio hídrico.

¿Cómo disminuye la cantidad de agua?

Nuestro cuerpo constantemente se encuentra perdiendo agua, incluso es las acciones básicas como respirar. Esta, conjunto a cuando sudamos, evacuamos u orinamos, nos hacen perder alrededor de 2 a 2,5 litros por día. Evidentemente, aquello que perdemos no se trata solo del agua, pues también dejamos ir diversos electrolitos.

El organismo es capaz de recompensar de cierta manera esa pérdida de líquido que enfrentamos a diario. Lo hace por medio del agua interna que está en las células y que se trasladan a la sangre. No obstante, a pesar de la capacidad de recompensa que efectúa nuestro cuerpo, si el agua perdida no se repone, entonces es muy probable que enfrentemos una deshidratación.

Otras maneras frecuentes por la que se pierde bastante líquido en el cuerpo es cuando nos enfermamos. A menudo las enfermedades gastrointestinales se manifiestan por vómitos y diarreas. Estas a su vez, producen otro impacto negativo para el organismo al agravar la deshidratación. La fiebre y quemaduras corporales también se consideran como otros factores que pueden influir en la falta de líquido del cuerpo. Es por ello que, si desafortunadamente atraviesas cualquiera de estos casos expuestos, asegúrate de estar en constante ingesta de agua.

Consecuencias por deshidratación

Comencemos mencionando que, cuando baja la cantidad de agua que posee la sangre, la circulación de la misma se ve perjudicada. Ante este factor, el organismo no puede obtener la misma cantidad de oxígeno y nutrientes para mantener y continuar con un funcionamiento óptimo.

  • Leve: podemos percibirla por estímulos de sed, fatiga o mareos, dolor de cabeza, sensación de debilidad y somnolencia.
  • Moderada: nuestro pulso incrementará, también nos producirá la sensación de tener la boca seca. Además de que el volumen de la orina será muy bajo. Sin dejar a un lado el hecho de que la piel también se verá perjudicada, demostrándolo con la falta de elasticidad en la misma.
  • Grave: para circunstancias en la que se enfrenta un caso de deshidratación grave, la primera opción es dirigirnos a urgencias médicas. Pues, encontrarse en un estado grave de deshidratación puede significar consecuencias letales. Las personas suelen presentar síntomas como vómito, casi nulo volumen de orina, respiración acelerada, espasmos en los músculos, entre otros.

Rehidratación

Saber qué hacer para compensar el agua y líquido perdido en nuestro cuerpo es importante para no caer en un estado de deshidratación. Se estima que entre un 75 a 80% del agua que entra a nuestro cuerpo es por las bebidas. El otro porcentaje faltante lo consumimos mediante alimentos.

Lo que en otras palabras nos indica que, para mantenernos en un buen nivel de hidratación, solo necesitamos ingerir líquidos (agua, zumos, infusiones, entre otros) y comer frutas, verduras, caldos o sopas. Estos dos últimos destacan entre otros platillos debido a que contienen una mayor cantidad de agua. Puedes asegurar de incluir en tu dieta sana alimentaria frutas y vegetales como la sandía, pepinos, tomates y fresas que se destacan por su riqueza en agua.

Por otro lado, hay otro factor que debes tomar en cuenta, sobre todo si eres deportista. Ya que, como mencionamos un poco más arriba, no todo lo que se pierde es agua. Pues, con la perdida de líquido, también se dejan ir electrolitos. Es por ello que, a los atletas y deportistas, se les recomienda ingerir bebidas isotónicas que compensen las sales perdidas.

Se recurre a las bebidas isotónicas porque como producto, son capaces de recompensar las sales que se pierden solo mediante el sudor. Esa es la razón por la que no es buena idea tomar de ellas cuando se trata de casos de deshidratación a consecuencia de enfermedades gastrointestinales.

Para ello, la mejor recomendación siempre será consultar primeramente con un profesional que pueda recomendar el mejor producto a tomar. Con frecuencia, se recomienda bebidas a base de sales minerales y glucosa que pueden referirte incluso en las farmacias. A menudo se les conoce como “sueros”.

Cantidad de líquido que debes consumir

La cantidad de líquido que deberás consumir dependerá de tu edad, la dieta de alimentación que establezcas, actividad física y otros factores. Basándonos en lo expuesto por la European Food Safety Authority o mejor conocida como EFSA, señalamos la cantidad a consumir según tu etapa de vida:

  • Niños: en esta edad aún no se tiene un sistema inmunitario desarrollado por completo, por lo que los niños resultan más propensos a enfermedades y con ello, la deshidratación. Para los pequeños bastará con beber poco líquido varias veces en el día.
  • Adultos mayores: similar a los niños, también tienen riesgo de sufrir deshidrataciones, aunque no tengan conocimiento de ello. Puede deberse a que, en las edades avanzadas, reduce la percepción de sed. Asimismo, la EFSA recomienda un consumo poco, pero frecuente durante todo el día para poder mantener hidratado correctamente.
  • Entre los 20 y 70 años de edad: la EFSA, de manera general, recomienda consumo de 2 a 2,5 litros diarios de agua. En los deportistas, deberán consumir agua en la cantidad de pérdida de la misma. Cuando se hacen actividades sencillas como correr o salir a caminar, procura beber un vaso de agua tan solo una media hora antes.
  • Periodo de lactancia o de embarazo: estos casos presentan un riesgo de deshidratación más elevado, pues el bebé requiere de muchas propiedades que le brinda la madre, entre ellas, el líquido. La EFSA indica que, para el último mes de embarazo, el bebé representa un total de 94% de agua en su peso.  Dicha autoridad recomienda añadir 300 ml de agua al total de los 2 litros a consumir diarios.

De este modo, concluimos con esta información básica, pero indispensable para conocer el impacto que tiene el líquido en el funcionamiento de nuestro organismo. Recuerda que el consumo del agua es importante en cualquier momento del año. ¿Cuánto líquido consumes cada día?

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